Cambiar tu cerebro: hoy en día, la neurociencia nos ha enseñado que nuestro cerebro es maleable, que podemos modificar nuestra forma de pensar, crear nuevas conexiones neuronales, debilitar algunas de ellas y cambiar por completo nuestro cerebro.
De hecho, el cerebro está en permanente cambio a cada instante, y lo hace de acuerdo con nuestras experiencias y pensamientos.
Las conexiones neuronales se robustecen en la medida en que se repite mayor cantidad de veces una experiencia o pensamiento. Y se debilitan, en la medida en que ya no lo hacen.
Lo que hacemos en nuestra experiencia de vida y lo que pensamos, tiene la misma realidad para nuestro cerebro, por lo tanto, es igual para él nuestras experiencias físicas que nuestros pensamientos. Es por eso, que ambas modifican nuestra red neuronal de la misma manera.
Si cambiamos nuestra red neuronal, cambiamos nuestra vida; y aunque suene muy difícil es algo que todas las personas pueden hacer si se lo proponen.
Meditación para hacerte consciente de tus pensamientos
Cambiar tu cerebro y tu vida
3 pasos para crear una mentalidad nueva acorde a la realidad que quieres construir:
Atención
Para cambiar tu cerebro debes aprender a controlar tus pensamientos y estar consciente de ellos, y para ello, necesitamos tener un estado de atención plena o consciente, no solo de lo que pensamos, sino también de las actividades que realizamos.
Al prestar atención a lo que hacemos, los circuitos de neuronas que tienen que ver con este comportamiento se comunican y se fortalecen.
En la sociedad moderna, esto es cada vez más difícil, porque nuestra atención está secuestrada por todas las cosas que nos rodean y cada vez estas cosas abarcan todos los espacios de nuestra vida laboral, familiar, social y hasta íntima.
Es por ello por lo que, gracias a la tecnología, ya no pensamos lo que queremos, sino lo que otros quieren que pensemos y, lo peor, es que ni siquiera nos damos cuenta de ello.
Puedes cambiar tu cerebro, si eres tú quien decide a que ponerle tu atención.
Tu vida es el resultado de tus actividades diarias; que son el resultado de lo que más piensas; y lo que más piensas, es en lo que te enfocas.
Hacerte consciente de tus pensamientos
En este momento, tu estás pensando y viendo algo que solo tú lo haces, y eso que piensas y ves es el resultado de una creencia que tienes arraigada en tu mente y que te hace ver las cosas de esa manera.
Puedes cambiar esto que ves y que piensas, cambiando tus creencias.
Puede que tu estés en el mismo lugar, observando lo mismo, pero si tu creencia es otra, tu forma de ver y percibir tu realidad también será otra.
Y tú forma de percibir tu realidad, influye directamente en tu estado emocional y en tus reacciones biológicas.
Por eso, no es solo una cuestión superficial, o que se quede solo en la mente, sino que, por el contrario, se extiende a cada célula de tu cuerpo, a tu ADN, a la forma en como te sientes, como te expresas y te relacionas.
Es así, como nuestras creencias modifican nuestra percepción, haciendo que veamos las cosas de una forma u otra.
Podemos cambiar nuestras creencias y con ello, cambiar nuestro cerebro, nuestro comportamiento y nuestra realidad.
Para cambiar nuestras creencias, debemos reprogramar nuestra mente subconsciente con nuevos patrones de comportamiento, a través de la repetición sostenida en el tiempo, hasta que estos se vuelvan naturales y automáticos.
Ello, nos ayudará a eliminar o modificar los que nos están dominando ahora, y que no se alinean con nuestros deseos.
Proceso mental consciente
Ahora que sabes que puedes pensar lo que otros quieren que pienses o seleccionar tus propios pensamientos, estoy segura de que deseas ser tú, quien lo haga.
Pero no se trata solo de tener pensamientos; sino de crear procesos de pensamientos profundos, dirigidos por nuestra consciencia y nuestra voluntad, donde involucremos la creatividad, el discernimiento, el cuestionamiento, las conclusiones, etcétera.
No siempre podemos tener este tipo de procesos de pensamiento libre, porque generalmente nos dejamos influenciar por nuestras creencias ya preconcebidas, las ideas de los grupos a los que pertenecemos, la religión, nuestros miedos y todo lo que ha influido y sigue influyendo en nuestro pensamiento.
Es por eso, que necesitamos aprender a pensar conscientemente, dejando de lado lo viejo, desaprendiendo y dándole más valor a lo que resuena desde nuestro corazón.
Aprender a pensar es algo que nadie nos enseña, que hace parte de nuestro crecimiento personal, y si estas leyendo esto, es porque seguramente estas en esa búsqueda y por supuesto en la capacidad de hacerlo sin engañarte a ti mismo.
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