Cortesía de Pixabay - Autor Devanath |
La relación entre la quietud interior y la ley de atracción es directa y podemos utilizarla para atraer nuestros deseos. Estamos viviendo una vida saturada de cosas, saturada de objetos, de información, de conceptos y opiniones.
Para crecer espiritualmente, tenemos que aprender en medio de todo el caos
de objetos e información a aquietarnos. No se trata de alejarnos, encerrarnos, volvernos antisociales o no hacer
nada.
Por el contrario, se trata de una quietud interior, que proviene de
una dimensión más elevada y a la que se puede acceder incluso en medio del movimiento.
Mientras que estar quietos físicamente, no significa que estemos quietos mentalmente.
Mientras que estar quietos físicamente, no significa que estemos quietos mentalmente.
Esta quietud interior, en realidad nos lleva a un
estado de consciencia más elevado, pero al mismo tiempo, un estado de
consciencia más elevado nos aquieta interiormente.
Quietud Interior
Nos aquietamos conscientemente, cuando
tomamos la decisión de no participar en
calificar cada cosa y cada situación, en no estar opinando sobre todo, juzgando
a los demás, peleando por imponer nuestro criterio, esforzándonos siempre por
demostrar que tenemos la razón y replicando cualquier comentario que nos llega.
En este caso nuestra mente está en un constante diálogo interior.
Nos aquietamos interiormente, cuando
permitimos que la vida fluya a través de nosotros; es decir nos volvemos “transparentes”
ante las situaciones. Esta actitud ante la vida, nos pone en un lugar de
observación y no resistencia.
Cuándo silenciamos y aquietamos
nuestras reacciones permanentes a cada cosa, estamos permitiendo que el momento presente se
exprese. Y esto a su vez es la mejor práctica espiritual.
Cómo conseguir la quietud interior
Una forma de mantener la quietud interior es mediante
el ejercicio de contemplación. Puedes hacerlo una o varias veces al día.
Céntrate en un objeto de tu entorno por algunos minutos, contémplalo; es
decir observa cada detalle con precisión y siente lo que transmite (belleza,
paz…). Observa su fragilidad, su textura, su impermanencia; pero sin juicios,
no pongas palabras entre tú y el objeto. Solo contémplalo, aprécialo y respira.
Ahora vuelve a tus actividades, pero trata de mantener ese mismo estado
por los siguientes minutos. Repítelo cada vez que te acuerdes. Cuando le cojas práctica a este ejercicio, lo
puedes hacer en segundos y ya con eso es suficiente para hacerte consciente por
otro rato.
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Viviendo la quietud interior
A medida que empezamos a tener una mente en calma y permanecer
más tiempo en este estado de consciencia más elevado, vamos transformando la
percepción de las cosas y situaciones que nos rodean; al hacer esto, nos vamos
transformando en nuestro interior y esto nos trae como consecuencia una
transformación total de nuestra realidad.
Al vibrar en una frecuencia más elevada, debido a la práctica de la
quietud interior, las situaciones que atraemos a nuestra vida se
corresponden con esa frecuencia y por lo tanto son cada vez más, las situaciones
que nos traerán dicha, salud, amor y prosperidad.
Totalmente cierto. Esto lo he experimentado estos ultimos 7 meses! Gravias a Dios🤗👐🏼
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