TU FE ES TU FORTUNA
Neville Goddard, en su libro: "Tu Fe es Tu Fortuna", nos presenta algunos puntos muy relevantes que debemos aplicar si lo que queremos, es, en realidad, manifestar nuestros deseos.
No te dejes llevar por los comentarios de las personas negativas, que son las mismas que nunca han conseguido nada valioso en su vida, y aunque no sea su propósito, todo el tiempo están contagiando su negatividad y truncando los deseos de los demás.
En este libro, “Tu fe es tu fortuna”, Goddard sostiene que la fe no es simplemente una creencia, sino una conciencia y certeza interna de que lo que deseamos o creemos ya existe en algún plano de la realidad. Es una convicción que no necesita de evidencia física para ser sostenida.
La "fe" es el Secreto
La imaginación, según Neville, es nuestra herramienta más potente. A través de ella, podemos visualizar y sentir el cumplimiento de nuestros deseos como si ya fueran una realidad. Es la capacidad de crear y visualizar escenarios, situaciones y realidades en nuestra mente. Esta vivencia imaginativa tiene el poder de influir en nuestra realidad física.
Una técnica central en la enseñanza de Goddard es "asumir el sentimiento" de que el deseo ya está cumplido. No basta con pensar en ello o imaginar lo que deseamos; hay que sentirlo profundamente. Él enfatiza la importancia de "sentir" el deseo como si ya estuviera cumplido. Esta combinación de visualización y emoción es lo que activa la ley de atracción y comienza el proceso de manifestación.
Nuestro estado mental actual es lo que determina nuestra realidad. Todo individuo opera desde diferentes estados mentales a lo largo del día. Al cambiar este estado a través de la imaginación y el sentimiento, cambiamos nuestra realidad. Estos estados son manifestaciones internas que reflejan nuestra realidad externa. Cambiando conscientemente nuestro estado mental, podemos cambiar las circunstancias de nuestra vida.
Goddard enfatiza también la importancia de los estados de sueño y ve los sueños no solo como manifestaciones subconscientes sino como realidades alternas. Durante el sueño, nuestra mente subconsciente es altamente influenciable y puede ser dirigida para manifestar nuestros deseos. Al influir en nuestros sueños, con intención y deseo, podemos influir en nuestra realidad despertando.
Él cree que todos tenemos una dualidad interna: el Yo Superior: nuestro verdadero ser. Es nuestra verdadera esencia conectada con lo divino y sin limitaciones. Al alinearnos con este Yo Superior, podemos manifestar con mayor potencia. Accedemos a un poder ilimitado. Y el Yo Inferior (nuestra percepción limitada).
En “Tu fe es tu fortuna”, el autor afirma que la fe verdadera es un sentimiento, una certeza interna que va más allá de la mera creencia. Es este sentimiento el que tiene el poder de manifestar. Mientras que la creencia puede ser superficial o basada en el razonamiento, la fe es un sentimiento profundo y una certeza que trasciende la lógica. Esta fe profunda es lo que da poder a nuestros deseos y visualizaciones.
Nuestra realidad externa es simplemente un reflejo de nuestra conciencia interna. Al cambiar nuestro interior, el exterior le seguirá automáticamente. Si sentimos y creemos en la abundancia, veremos abundancia en nuestra vida. Si nos centramos en la carencia, eso es lo que experimentaremos.
Persiste en tu Visualización
Mantener la fe, incluso cuando las circunstancias externas parecen desafiantes, es esencial para la manifestación. A veces, es necesario mantener la fe y persistir en nuestra visualización y sentimiento, incluso cuando la realidad externa parece contradecir nuestros deseos. La persistencia en el sentimiento deseado es clave porque eventualmente alinea nuestra realidad externa con nuestra visión interna.
La mayoría de las limitaciones que experimentamos son autoimpuestas, basadas en creencias limitantes que hemos adquirido. Goddard nos insta a liberarnos de estas cadenas y a vivir en un estado de posibilidad ilimitada.
Aplicar los principios de Neville Goddard en nuestras vidas puede ofrecer una perspectiva transformadora que no solo mejora nuestra realidad externa, sino que también enriquece nuestro mundo interno, el resultado sin duda es la materialización de deseos que de otra manera nunca podríamos manifestar.